Una contratación en cadenas Los agricultores de Huelva obtienen el derecho de contratar en Rumania trabajadoras que nunca han venido con contratos nominativos Hace dos meses, los agricultores de Huelva tenían dos opciones a la hora de contratar sus temporeras extranjeras : o volvían a hacer contratos a trabajadores de las temporadas pasadas, repetidoras que firmaban un contrato nominativo, o empezaban un nuevo proceso de contratación de nuevas trabajadoras preseleccionadas por el gobierno rumano. Problema resuelto desde el primer día de 2008 : el subdelegado del gobierno en Huelva, Manuel Bago declaró que dado la insuficiencia de mano de obra contratada durante la primera selección en Rumania (solo 2000 de los 4173 previstos), un nuevo proceso de contratación tendrá lugar antes el principio de la temporada. La idea de las autoridades es entregar a las autoridades rumanas nombres concretos de personas de los cuales los empresarios están convencidos de que quieren venir trabajar en la fresa y pedir la contratación de estas personas que “por motivos desconocidos, no son citados por la Administración rumana" [1] Queda por saber si el gobierno rumano aceptará este modo de contratar, y a poner de relieve que esta contratación nominativa aumenta todavía más el nivel de dependencia de las trabajadoras rumanas a los emprearios de Huelva. El hecho de que estos podían ya elegir sur repetidoras les permitía presionar sus trabajadoras renovando las “buenas” y echando las más reivindicativas. Con estos tipos de contratos nominativos en cadena, el poder del empleador de dar un contrato a otro miembro de la familia aumenta la subordinación. Como lo denuncia Nicolas Bell : “el hecho de que estos contratos sean nominativos da al empresario los mismos poderes de intimidación y de presión que podría ejercer sobre un clandestino, pero en un cuadro “legal””. Si este modo de contratar es autorizado en España, el acceso o la exclusión al mercado de los contratos en origen serán en manos de la patronal que podrán presionar a familias o pueblos enteros. [2] El Codetras, es el Colectivo de defensa de los trabajadores extranjeros en la agricultura del sur de Francia. El extracto abajo, sacado de su libro negro, ilustra los riesgos de un poder empresarial que se ejerce no solo en un individuo sino en una familia o un pueblo entero.
Visitar la pagina Web del Codetras Servidumbre y dependenciasCuando N.F firma en 1990 un primero contrato OMI (de origen) para trabajar oficialmente en la agricultura, ella trabaja como auxiliar sanitaria en Marruecos. Su empresario, un arboricultor de Grans, cruza cada año el mediterráneo para « hacer sus compras » : los candidatos son numerosos y su fuerza física muy apreciada. Pero esta vez, ha elegido esta joven delgada, después de haber contratado a lo largo de los años varios miembros de su familia ¿Una única mujer en medio de cien hombres destinados a trabajos muy duros ? La explicación aparece rápidamente : cuando llega a Marsella en mayo 1990, N.F, a la que nadie informó sobre la naturaleza de su contrato de trabajo, es conducida directamente hasta la casa del dueño. Será ... empleada de hogar, aunque su contrato indique “obrera agrícola”. A partir de este día comienzan jornadas agotadoras en las que el trabajo no acaba nunca, de las 6 de la mañana a las 10 de la noche y más. Tiene que cuidar a los niños, llevarlos a la escuela, ir a buscarlos, limpiar (…) hacer el pan, cocinar, lavar, planchar, coser, ocuparse de las plantas.
Una mujer de pena, mantenida en un estado de servidumbre, tal y como define A.Supiot, en Critique du droit du travail : « gente que vive de sus brazos, siervos, jornaleros (…) que no se inscriben en ningún producto duradero y son sometidos a la ley del eternal comienzo. » Todo por aproximadamente 600 € al mes, de los cuales el empleador deduce 150 € para un pequeño piso (en el cual casi nunca estará al ser retenida en casa con los hijos). Como no hay presas pequeñas en el mundo de los rapaces, el patrón recupera también de largo la tasa pagada al OMI por cada contrato, descontándole 750 € al final de la temporada. Horas extras no pagadas ni apuntadas en las nominas, ni festivos ni vacaciones… tiene que aceptarlo todo. En caso de protesta, ella y toda su familia se quedarán en Marruecos la siguiente campaña ¿Y con quien hablar ? ¿a quien confiarse cuando no se conoce a nadie ? (…) Resistirá hasta 2000 por miedo a las represalias contra su familia. Un accidente de trabajo pone fin a esta explotación. Su dueño rehúsa declararlo (…) y la echa a la calle : « no tengo trabajo para ti ». Se encuentra sin trabajo, sin vivienda, sin dinero (…) y expulsable ya que su contrato ha terminado.(…) El empleador que se piensa impune tiene que desilusionarse. Sus maniobras para hacerla expulsar fracasan. Sostenida por la CGT, el MRAP y por el Codetras, N, F se defiende y atestigua en la prensa. Obtiene autorizaciones provisionales de estancia y denuncia en lel tribunal de lo social y después en el Tribunal penal. En represalia, varios miembros de su familia se quedarán en Marruecos el año siguiente. Ella recibirá amenazas (…). Ahora espera el desenlace de las denuncias, para definitivamente borrar la página de esos diez años "en el país de los derechos humanos. » [1] Europa Press, Huelva.-Inmigración.- Empresarios agrícolas harán otra selección en origen en Rumanía aportando nombres de trabajadores, 9 de enero 2008. [2] Nicholas Bell, Forum Civique Européen, Grève des saisonniers agricoles OMI dans les Bouches du Rhône , 10 août 2005. |
|
|||||
|
||||||