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Espagne / Agriculture paysanne et travailleurs migrants saisonniers /

« Mi jefe ha venido con dos mujeres polacas y ellas le han dicho cual coger y me han elegido a mí y a otra. Cosa rara (…) estábamos como… animales, para vendernos.”
21 janvier 2008 par Emmanuelle

M es Polaca. Hizo dos campañas de fresa con contrato de origen. A la tercera, ella y diez de sus compañeras se rechazaron a trabajar horas extras no pagadas. El año siguiente, el “jefe” no las invitó. Hoy, los Polacos son ciudadanos europeos, pueden circular libremente y tienen autorización de trabajar en todo el territorio de la Unión Europea. M. ha vuelto y tiene piso en Huelva. Ahora que ha dejado el campo para trabajar en la restauración, me cuenta sus antiguas condiciones de trabajo en los invernaderos onubenses.

He venido el primer año en 2004, desde marzo hasta septiembre para hacer la campaña de fresa y al fin de la temporada, tuve que volver a Polonia para poder hacer otras campañas. En Polonia, hacen dos selecciones : una pequeña y una grande. Y cuando llegas a España, los empresarios llegan y te eligen, miran como estás físicamente. Yo he llegado por la Cooperativa Cora, y al llegar tuvimos que esperar hasta que el empresario venga y diga por ejemplo : “para mi, diez”, y mi jefe ha venido con dos mujeres polacas y ellas le han dicho cual coger y me han elegido a mí y a otra. Cosa rara, eso nunca yo lo he visto en mi vida, estábamos como… animales, para vendernos.

Aquí estas para trabajar, trabajar y trabajar, solamente para esto, no tienes nada para decir, no puedes tener novio o salir. Si salíamos, salíamos en secreto porque el jefe se interesaba mucho por tu vida privada. No podías salir y si querías salir era solo para hacer las compras. Vivíamos en el campo, pero campo, campo de verdad, solo hay fresas y hay muchos kilómetros que hacer para ir a la tienda. El jefe no nos llevaba mucho hasta el pueblo. Y también al principio no salíamos porque no hablábamos ni entendíamos español y teníamos miedo. El jefe controlaba tu vida, como trabajabas, donde ibas, como te ponías, todo quería controlar, todo, como si fueras su propiedad, y si alguna se iba con algún chico, porque tenía novio, no le gustaba, se peleaba, se enfadaba. Si alguna le gustaba, quería guardársela para él. Aquí, los jefes (no solo el mío pero más jefes) dicen, “sino me das culo, fuera pa allá, yo duermo contigo, mañana contigo.

Se trabaja todos los días de lunes a domingo, y con horas extras, una, dos o tres dependiendo del campo y no se paga horas extras bien, no se paga como dice ley sino como hora normal. Cuando empieza fuerte la campaña, no hay día libre. Y esto dura dos meses enteros o tres. Y no puedes coger libre, si coges día libre, por ejemplo, te hace castigo : “quieres día libre, no vienes tres días al trabajo”, así se castiga. Si estas enferma o haces algo mal en campo, te dice “tu, hoy no te vas, mañana tampoco, y pasado mañana tampoco.” Y también te dice que tienes que coger más caja, y no puedes coger más que tu fuerza, como coges cuatro cajas de madera que pesan 2 y media kilo, pues coges diez, y el jefe te dice que tienes que coger más. Una amiga mía no se fue al médico porque tenía miedo no ir al trabajo. Ella tenía fiebre, y hemos pedido tarjeta al dueño para ir al médico, y él no quería, se enfadó conmigo. No puedes irte al médico, tienes que tener un problema muy grave, pero con gripe o fiebre, tienes que irte al trabajo. En Polonia, firmamos contrato pero no sabemos de qué, ellos son muy contentos con nosotras, no sabemos nada, no sabemos nuestros derechos, la ley, nada y cuando preguntamos por alguna información, no nos quieren decir. Y cuando conoces mejor tu s derechos y que le preguntas al dueño porque no te paga como dice la ley, el jefe te dice : “eso no se hace, si yo pago esto, yo cobro muy poco. Pa que recoger gente si yo pago tanto pa la gente.

Los jefes tratan mujeres muy mal, sin respeto, y hacen chantaje y disfrutan del cuerpo sabes, es cosa que he oído muchísimo, esto que se tiene que cambiar, esto que se tiene que decir en algún sitio, en radio, en tele, donde sea, para que esto se acaba. Yo no soy joven, yo no soy tonta, pero hay muchas chicas que no pueden decir nada, porque tienen miedo y no quieren perder el trabajo, y son humilladas, y tienen que hacer esto porque tienen en Polonia niños o están en situación muy difíciles y no pueden ni quieren perder trabajo. Cuando acaba la campaña, las trabajadoras no se van todas a la misma fecha. La primera que se va es la que no le gusta al jefe. Primero se va esta que demasiado habla, que es muy presumida, la que no es tonta y la que trabaja peor, la que no tiene fuerza o no le gusta al jefe, siempre. El jefe te los dice uno o dos días antes : “pasado mañana te vas.” Él llama el autobús, te apunta y tienes que irte. El último momento antes de que entras en el autobús te da tus papeles de pago, tu certificado, tu nomina… todo al último momento. Cuando vuelves a Polonia, el jefe dice si puedes hacer de nuevo la campaña, “Para el próximo año, quiero esta, esta, y esta.” Después hasta diciembre o enero, no te dicen nada, y de repente un día te llaman y te dicen “dentro de tres días, tienes que venir a firmar el contrato”, sabes que te vas, segura, pero no sabes cuando, en febrero, en marzo, esto depende de cuánto hay fresa, si hay mucho. Esta que mejor chica, que más trabaja viene rápido, esta que peor ultimo, que viene por ejemplo para un mes. Algunas dicen que “no me vale pa na ir pa un mes”, y no van. Y por eso no ha llegado este año mucha chica. Ganas 800 euros, y después tienes que comprar comida, comprar billete y que es lo que te queda, muy poco dinero.

He hecho dos campañas, pero a la campaña de 2006 no pude llegar porque el jefe no me ha dejado entrar. Ha retirado 10 personas del campo, no me ha hecho contrato y para otras 9 chicas también. Ahora te digo porque. El jefe no hacía pausa puntual para comida, siempre trabajábamos 15 minutos, media hora más. Y nosotros le decíamos de hacer pausa porque no podíamos más y él no quería. También siempre nos hacía trabajar más tiempo, horas extras, todos los días añadía una hora, una hora y media, dos horas ; que estas cansada, no se puede trabajar tantos extras y él no escuchaba. Un día hicimos huelga, pero esta huelga era así : trabajamos normal : siete horas y no queremos hacer extra, y salimos del campo, y él por eso, no ha querido esta gente para el siguiente año.

Yo quiero que alguien controla, que se vaya por campo, que se haga alguna oficina o alguien que se va y mira, porque ellos por ejemplo en nominas, no escriben, cuantos días tú trabajas, te escriben que has trabajado de lunes a viernes, pero tú trabajas mucho más y no te apunta esto. Se pierde mucho, una gran mentira. Por ejemplo, cada campo, cada sábado, cada domingo se trabaja, si te vas al campo, se ve. Ninguna finca dice la verdad. Cuando protestas, te dicen “no conoces tu derecho” y ellas piensan que es así. Yo he conocido esto porque me interesaba y cogí ley de internet, y viniendo otra vez a campaña, yo quería denunciar y que me devuelve todo el dinero de las horas extras, del sábado, del domingo, de todas estas cosas. Yo quería hacer una denuncia con todas las chicas, pero ellas no han dicho nada porque sino el jefe no les hace invitación para la próxima campaña. Yo sola, que puedo hacer sola. Pero se puede controlar, por ejemplo en Palos, que en Palos es cosa muy mala, en Moguer es cosa muy mala. Se puede controlar, es muy fácil hacerlo, hay que poner multa, alguna formación para ellos de como tienen que tratar gente, como tienen que pagar, de que cosa son obligados. Porque ellos son hombre del pueblo, no son educados, ellos tampoco saben que cosa tienen que hacer, piensan solo en pagarnos lo menos posible.




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